Desde los orígenes del ser humano, los espíritus de la naturaleza han quedado grabados en dibujos casi idénticos por distintos pueblos del mundo que en la antigüedad no tenían manera de comunicarse. Egipcios, sumerios, chinos, caldeos, e indígenas de América, África y Polinesia han dejado un legado muy similar, tanto en la India milenaria como en la Europa central. Esto nos lleva a pensar que los espíritus de la naturaleza siempre se han comunicado con nosotros, manteniendo un similar patrón energético que nos haga identificarlos.
Los espíritus de la naturaleza vienen representados como dioses mitológicos. A ellos se les solicitaba ayuda y el conocimiento sobre dichas deidades se ha mantenido hasta hoy. Se dice que es importante tener una relación buena con ellos, pues son un poco vengativos con aquellos que hacen daño a la naturaleza.
En la antigüedad, eran venerados por los pueblos, que hacían ritos sagrados para que fueran bien las siembras y cosechas, para que se apagaran incendios y se achicaran inundaciones, así como para evitar tempestades.
Los Espíritus de la Naturaleza
Los espíritus elementales del fuego
Los masculinos son los Farisilles, y su versión femenina recibe el nombre de Shallones. Dirigen y habitan en el fuego, por lo que se dice que orientan a los rayos durante las tormentas. Tienen el poder de hacer desaparecer los conjuros y maleficios que recaigan sobre una persona, y están relacionados con los conceptos de libertad y de cambio. Además de con el fuego, son atraídos con el incienso.
Espíritus elementales del aire
Los espíritus de la naturaleza masculinos del aire son los Wallotes, y los femeninos son los Arienes. Encauzan las corrientes de viento por canales invisibles. El tipo más grande en estatura es el Silfo. Cuando son atacados por sorpresa, se producen las tempestades y el descontrol de los vientos. A los espíritus del aire les gustan los aceites y los inciensos. A ellos se les relaciona con los viajes, la comunicación y la inspiración. Son gentiles, alegres y aman la luz de la luna y del sol. Suelen ser convocados por los videntes para desarrollar su poder.
Espíritus elementales del agua
Se encuentran en los ríos y la versión masculina es Wallanos, mientras la femenina es Ondinas. Aman el agua y la dirigen por su cauce natural hasta que salen al mar. Se encuentran en sus profundidades digiriendo elementales de tierra. Además, en el mar también se encuentran los Nerenes y las Ensines, que son grupos de Nereidas que están en las profundidades marinas. A estos espíritus se les atrae con soluciones y lavados, y rigen las curaciones. Tienen gran belleza y apariencia angelical, por lo que se les relaciona con la armonía, la salud física y psíquica, el amor y los placeres sanos.
Seres elementales de tierra
- Unites y Minutes: tienen poca conciencia todavía, pero ya forman parejas para intercambio de poderes. Viven 5 años en el plano físico y 500 en el astral.
- Rudimes: son menos evolucionados, trabajan en grupos grandes para aumentar la vibración de los vegetales.
- Gnomos o Nomenes: significa «el que vive en el interior de la tierra». Les dan poder a las raíces de las plantas. Tienen una inteligencia mediana y poseen sus casas en los troncos de los árboles. Los gnomos atraen riquezas y son convocados por sales y polvos.
- Duendes y elfos: siempre se mantienen lejos de los hombres. Normalmente están en las montañas o en los claros de bosques. Generan círculos de poder y orientan a los Minutes y Unites en su trabajo. Cuando llegan al plano astral se transforman en hadas.
- Hadas: son también elementales de la tierra y tienen un aspecto parecido al de los humanos. Están regidas por la luna y les guste reunirse en lugares donde no hay presencia humana. Bailan en círculos en los prados y en los bosques. Son expertas en plantas y en minerales, sobre todo en sus virtudes ocultas. Asimismo, son verdaderamente buenas haciendo hechicería, encantamientos y magia, e inspiran a los curadores naturales.
Hay variedades de seres elementales de la tierra, como las hadas, que se encuentran muy cerca de los humanos. Les gustan los niños y los protegen de los peligros. Se dice que en la antigüedad les llevaban regalos a sus cunas. Las hadas solo se materializan cada cien años en el plano físico para trabajar en la composición cromática de la tierra. En el plano mental, trabajan sobre nuestras formas de pensamiento.
Los espíritus de la naturaleza fueron creados para proteger y restaurar el balance de la naturaleza, ya que los humanos estamos en un constante estado de destrucción. Están en un plano de consciencia diferente a nosotros, pero nos guían y nos permiten sentir sus energías mientras avanzamos y desarrollamos nuestros niveles de conciencia.
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