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¿Qué es la Melanomancia?

Así como se estudian las líneas de las palmas y del dorso de las manos para saber algo más sobre una persona y lo que le depara el futuro, también se busca descubrir el significado oculto de los lunares en el cuerpo. En efecto, estos brindan valiosa información sobre el carácter y la personalidad de quien los porta sobre su piel. A propósito de ello se ocupa, principalmente, la melanomancia (la mancia de los lunares) que, aunque no lo creas, puede hacer mucho por ti: desvelarte secretos sobre tu propia vida y tu futuro, por ejemplo.

Y proporcionarte muchos datos sobre el temperamento de quienes te rodean, con solo saber en qué zonas corporales presentan sus lunares más significativos y qué características tienen.

Los lunares deben su nombre a la Luna

Al igual que el astro nocturno, cambian. Se dice que, de acuerdo con las circunstancias que va atravesando un individuo a lo largo de su vida, sus pecas van mutando su forma, textura o color y también variando, aunque no mucho, su ubicación. Y así como la Luna tiene influencia sobre el carácter de las personas, quienes estudian la melanomancia afirman que los lunares dicen de las personas mucho más de lo que están dispuestas a aceptar y a dejar ver. En definitiva, la melanomancia pone, negro sobre blanco, los mensajes que los lunares guardan y que la gente suele ocultar de sí misma.

Tipo de cualidades personales que dejan al desnudo los lunares

Estos cúmulos de pigmentación poseen mucha información, de acuerdo con su color, forma, tamaño y ubicación en el cuerpo. Pero vamos por partes.

En las mejillas, un lunar significa que ese individuo es espiritual y pacífico. En mujeres, tener uno en la mejilla izquierda evidencia falta de estabilidad en la pareja, mientras que, tenerlo en la derecha, cierta tendencia a lo religioso y al misticismo. Un lunar en el labio confirma que el o la dueña de esa boca desborda pasión y sensualidad.

En otro orden de cosas, los lunares en la barbilla demuestran generosidad en su estado puro. Ubicados en las orejas, también son bienvenidos, ya que predicen grandes sorpresas, todas positivas.

Por otra parte, en la espalda, pueden dar cuenta de una persona exagerada (en la alta espalda), sociable (espalda media) o segura (baja espalda). Las pecas en los brazos simbolizan una vida apasionante y apasionada. En las manos son signos de salud.

Cerca del ombligo, los lunares son señal de buena suerte, y en las piernas aseguran que quien los porta es capaz de sortear cualquier obstáculo en la vida. Un lunar en el pecho del hombre explicaría el motivo por el cual él no es muy amigable; en un pezón da cuenta de ambición social. En un pie, un lunar es signo de sedentarismo y melancolía. Por último, las personas con lunares en los hombros son aquellas que desean cambiar el mundo en el que viven y dejar uno mejor a las próximas generaciones.

La melanomancia incorpora todo este cúmulo de información para recién luego evaluarla e interpretarla en su conjunto. Para ello es preciso ser un experto en el tema y conocer al dedillo todo acerca de la compleja mancia de los lunares. Es decir, no cualquier persona es capaz de dar significado a los lunares y descubrir los enigmas ocultos detrás de la personalidad y el carácter de un individuo o descifrar lo que le depara el futuro. Ello concierne a los entendidos y versados en la materia.

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