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Combatir la apatía

La pereza y el desgano pueden estar presentes en algunos momentos de tu vida sin que ello sea motivo de preocupación. Sin embargo, hay situaciones en las cuales pueden significar algo más profundo y por ello queremos hablarte de ello y explicarte como combatir la apatía.

Aprende cómo combatir la apatía

¿Cuándo es preocupante?

Si esta situación se hace crónica y empieza a durar demasiado, es posible que necesites algún tipo de ayuda. La falta de entusiasmo y de energía que se prolongan pueden obedecer a un sinnúmero de razones. En estos casos no hay motivo para sentirte avergonzado, pues el problema principal es que tu estado no depende de tu voluntad. Simplemente, no lo puedes controlar ni revertir solo con proponértelo.

Puede que las personas que te rodeen te hagan algún comentario al respecto de como combatir la apatía, pero es que los consejos tampoco sirven de nada cuando existe una causa subyacente. Más aún, en muchos casos hay una conjunción de factores, que pueden físicos, sociales, emocionales o del entorno, lo que puede hacer que la recuperación se complique.

Causas de la apatía crónica

Muchas enfermedades pueden causar este problema y hacer que requiera un tratamiento. Pueden ser tanto patologías físicas como mentales y el problema reside en algunos circuitos de la corteza cerebral, donde la serotonina tiene su principal efecto. Si este mecanismo falla, estamos ante un caso de apatía de origen médico y es importante descartarlas como causa para lograr vencer la apatía.

Origen físico

Muchas enfermedades se acompañan de un estado de apatía. Entre ellas se encuentran las metabólicas como el hipotiroidismo o la diabetes, las osteomusculares como la fibromialgia, las infecciosas como la hepatitis y las inflamatorias, como la artritis reumatoide.

Causas emocionales

Los estados de ansiedad crónicos, el exceso de trabajo y las depresiones pueden también acompañarse de un estado de desgano. Otros factores, como la carencia de autoconfianza, la falta de compañía y apoyo o el miedo al fracaso pueden también causar apatía.

Recursos para una eficaz recuperación

Si estas causas que te describimos arriba han sido descartadas, entonces es posible que puedas adoptar algunas perspectivas y conductas distintas. Estas sugerencias  aumentan el nivel de tu energía y armonizan tu cuerpo y tu espíritu.

Es conveniente que utilices algo como un cronograma para ir progresivamente alcanzando metas cada vez más complejas. Pon un lapso para cada cambio de rutina o de hábitos y lograrás así mayor bienestar y satisfacción de una forma gradual.

Cuando sientas que te invade de nuevo la pereza, contrarréstala con algo que te distraiga. Utiliza estímulos, como una música alegre o algo que te guste mucho hacer. Toma una ducha o sal a la ventana, pero no te quedes inactivo o perderás terreno frente a este malestar.

Un día a día con poca variedad te hace sentir estancado. Plantéate una escapada diaria, que no tiene porqué ser algo complejo o que consuma mucho tiempo. Puedes dar una caminata a paso rápido, empezar un hobby, aprender algo nuevo, leer ese libro que te llama la atención hace tiempo o iniciar una rutina de ejercicio con alguna aplicación que te lo facilite.

Utilizando estas iniciativas logras desconectarte un rato de la actual situación. Son maneras de activar tu pensamiento y tu actividad física y de evitar la rutina, que no te ayudará.

Seguramente has vivido más de una época en la que sentías una gran plenitud y satisfacción. Tenías energía para desempeñar una gran cantidad de actividades y cumplir todas con eficacia.

Puedes tratar de recordar cómo lo hacías, cuáles eran los recursos de los que te valías para ello, y qué era lo que te impulsaba. Con esta rememoración, puede que encuentres algo que antes tenías y de lo que careces en la actualidad. Ese factor o circunstancia puede sacarte del actual desgano, con solo reactivarlo.

Estar solo durante muchos días puede agravar la apatía. Renueva amistades, reúnete con amigos o familiares o  conversa con alguien a través de una página de citas. Este contacto humano es fundamental para tu recuperación total.

Sin embargo, debes tener ciertas precauciones, pues hay personas que aunque cuenten con tu aprecio y cariño quizás no sean la mejor compañía en este momento. Busca gente con buen humor, positiva, divertida, que te haga pasar un buen rato, te estimule y te brinde una conversación llena de buenos momentos.

En ese momento ya sabes como combatir la apatía. Lo más importante es que organices tus actividades y tus actitudes en función de esa meta. Pronto te habrás recuperado y volverás a sentir no solo energía, sino el gusto por llevar a cabo las cosas cotidianas de la vida.

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